3,65/5

Distopía ciberpunk sorprendente y de factoría española, con buenos personajes, buena trama, pero un ritmo desigual y un desenlace algo precipitado y confuso.

La idea que nos plantea la novela es muy interesante y capta la atención del lector. El principio nos retrotrae a ciertas historias de Asimov y a la película Blade Runner. Un mecánico que empieza a vincularse emocionalmente a uno de los últimos neómanos que quedan. Unos robots tan perfectos que se revelaron, casi con éxito, contra los humanos. Aunque estamos ante pura ciencia ficción, la autora nos sorprende desde el principio, con una novela romántica. De hecho, los primeros capítulos tiene una atmósfera muy teatral, con poca descripción, pocos personajes secundarios (que aparecen esporádicamente), mucho diálogo y un único escenario: el taller mecánico de los protagonistas. Hacia la mitad de la obra, la autora nos zarandea al cambiar nuevamente el género del libro al llevarlo muy cercano del thriller político para acabar finalizando la novela en un lugar muy cercano al género de acción. El ritmo de la novela es algo desigual, y si en el inicio tenemos una atmósfera lenta e intimista, hacia la mitad de la novela cambia a un ritmo más rápido donde se profundiza en los personajes secundarios, para pasar a un desenlace con un ritmo algo atropellado. La novela atrapa al principio, pero esa desigualdad en los ritmos y la masiva introducción de personajes secundarios en la novela, hacia la mitad de la historia, pueden producir cierta confusión.

Morales ha creado muchos personajes y con muy buen resultado: el ingenuo Hotaro, el inmutable Ichiro, el estoico neómano, el matón Karma, ... Personajes muy diferentes, nada estereotipados y bien desarrollados, aunque es verdad que este desarrollo a veces va en contra del ritmo de la obra. No es de extrañar que Morales consideré que es lo más importante de ésta. Efectivamente estamos ante una novela sobre personajes y sus relaciones, más allá de la ciencia ficción en la que se enmarca.

El worlbuilding tarda en hacer su aparición pero es muy sólido. La autora nos da muchos detalles cuando la trama se desplaza del taller al exterior, y estos detalles son congruentes y refuerzan la historia. Sin duda este es uno de los puntos fuertes de la novela.

En resumen estamos ante una muy buena propuesta, con una trama original que navega entre géneros, intimista en algunos momentos y explosiva en otros, con un mundo muy bien creado, pero con un ritmo y un desenlace con margen de mejora.