jueves, 26 de octubre de 2017

Primeros pasos en una biblioteca escolar : documento de política de colección

Si el anterior artículo trataba el tema del aforo con el objetivo de cumplir la ley y liberar espacio en la biblioteca, hoy hablo sobre el documento de política de la colección, que es esencial para gestionar el fondo y sobre todo al principio para tener unas líneas de trabajo en cuanto a conservación y expurgo.

¿Cuantas bibliotecas escolares hemos visto que se parezcan a la de la foto? Estanterías repletas de libros sin apenas espacio entre ellos, para colocar libros nuevos o para lucir los mejores libros de la biblioteca.

Así como hemos hecho un documento de aforo para saber como airear la biblioteca, crear espacio, planificar nuevas secciones y dotar la biblioteca de mayor comodidad y atractivo visual para nuestros usuarios, ahora haremos lo propio con lo más importante que tiene la biblioteca: la colección.

¿Por dónde empezamos a redactar este documento? Yo recomiendo empezar por consultar como han hecho este documento otras bibliotecas, en concreto el de Biblioteques de la Diputació de Barcelona, "Política de desenvolupament de la col·lecció". Este documento ofrece, en la página 69 del "Annex 6 : Política d'esporgada", unos criterios excelentes para guiarnos en la redacción del nuestro. Naturalmente tendremos que adaptar a la realidad del centro algunos aspectos.

Objetivos de la colección de la biblioteca escolar

Para redactar este documento jamás perderemos de vista el objetivo de la biblioteca escolar. Sobre éste la UNESCO en Manifiesto sobre Bibliotecas Escolares, capítulo 2.6 Política de administración de la colección dice:
La biblioteca escolar debe facilitar el acceso a una amplia gama de recursos que satisfagan las necesidades del usuario en lo que concierne educación, información y desarrollo personal.
Por lo tanto, al redactar nuestro documento sobre la colección deberemos tener muy presente cuales nos ayudarán a cumplir estos objetivos. Los que no se ajusten a este objetivo y no tengan ningún valor patrimonial, tendrán muchos números para ser descartados.

¿Qué documentos son patrimoniales o históricos en una biblioteca escolar?

Otro punto a tener en cuenta antes del redactado es el material histórico. Hay que tener unas pautas para diferenciar el material histórico (documento antiguo y con valor) del material obsoleto (documento anticuado y sin él). Así pues, ¿cuáles son los documentos patrimoniales en una biblioteca escolar?
  • Cualquier documento que hable sobre el instituto (sea cual sea su estado de conservación)
  • Cualquier documento que hable sobre el ámbito local geográfico del centro (ídem)
  • Cualquier documento sobre docencia (en buen estado de conservación)
  • Documentos sobre estudios específicos que se den en el centro. Esto quiere decir que si en un instituto se imparten grados de informática, habrá muchos documentos sobre este tema que deberán ser considerados históricos (manuales de primeras versiones de un programa, sobre material que ya no exista y pueda considerarse histórico -disquetes, unidades ZIP, ...-, catálogos comerciales de equipos informáticos, ...)
  • Documentos singulares (autografiados por el autor, personas relevantes en la historia del instituto, que tengan un valor patrimonial o económico en cualquier estado de conservación)
  • Cualquier otro documento que, basándose en los criterios anteriores, el personal bibliotecario considere que es susceptible de pasar a la colección histórica. Intentaremos nos basarnos en un criterio emocional

El expurgo en una biblioteca escolar abandonada

Todos los documentos que no entren en la categoría anterior, deberán expurgarse o conservarse teniendo en cuenta los siguientes criterios:
  • Documentos deteriorados, en mal estado, amarillentos, que les falte alguna parte o volumen, manchados, mal guillotinados, ...
  • Documentos con información obsoleta (especialmente documentos sobre geografía y sobre ciencias que son los que tienden a quedar desactualizados en pocos años debido a la gran velocidad de avance de éstas).
  • Documentos duplicados (únicamente conservaremos el ejemplar en mejor estado)
  • Monografías reeditadas (las apartaremos para priorizar la compra de su nueva edición y descartarlas a posteriori)
  • Documentos inadecuados para nuestros usuarios (por edad, tema o formato)
  • Publicaciones periódicas más antiguas de dos años (excepto las revistas científicas)
  • Documentos de baja calidad o elaboración
  • Documentos irrelevantes para el currículo del centro
  • Criterios éticos (documentos machistas, racistas, fascistas, o que promuevan otros valores o filosofías incompatibles con la escuela)
El documento seguiría con unas breves líneas para cada categoría de la CDU, siguiendo la pauta del redactado por las Biblioteques de la Diputació de Barcelona y citado arriba:

0. Obras generales y de referencia (diccionarios, enciclopedias, ...)
  • Tendremos una copia de la última edición para cada tipología de nuestros usuarios (alumnos y profesores)
1. Filosofía
  • Descartaremos las obras de pensadores secundarios que no figuren en el currículo educativo
  • Temas que hayan perdido vigencia o pasado de moda (p. ej. psicoanálisis)
  • Evitaremos en la medida de lo posible temas sobre parapsicologías (fantasmas, ovnis, brujería, ...)
2. Religión
  • Descartaremos los documentos sobre temas muy específicos y conservaremos los que sean adecuados para el alumnado y relacionados con los contenidos del aula, así como los divulgativos sobre las diferentes religiones existentes, aunque no se trabajen en el currículo
3. Ciencias sociales
  • Descartaremos los temas obsoletos sobre legislación y administración (es decir sobre leyes no vigentes)
  • También descartaremos los anuarios que no estén relacionados con el currículo educativo, en colaboración con el profesorado
4. Filología 
  • Conservaremos únicamente los diccionarios más recientes y tendremos como mínimo un ejemplar de cada diccionario normativo (en el caso de la lengua castellana él de la RAE)
  • Conservaremos los libros de «Lectura fácil» o lecturas graduadas, si están en un estado aceptable de conservación
...


Como se puede ver en este documento, hay implícitas algunas líneas relacionadas con la adquisición de nuevos materiales. Por lo tanto, estas pautas cumplen varias funciones: liberar de espacio las estanterías de la biblioteca, mejorar el fondo -ya que pasamos a actualizarlo descartando el material desactualizado-, tener unas líneas de trabajo que pueden ser seguidas fácilmente por cualquier persona y  al mismo tiempo definir unos criterios de colección y compra.

Con la redacción y aplicación de estos dos documentos estaremos acercándonos a esa imagen que buscamos de una biblioteca escolar funcional y estéticamente agradable y atractiva para nuestros usuarios.

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